Podemos comer sano y ecológico fuera de temporada, sólo necesitamos un invernadero que nos permita disfrutar de frutas y hortalizas todo el año.
Queremos que nuestra comida sea saludable y, si bien el huerto nos abastece de muchas frutas y hortalizas, aún no hemos conseguido ser autosuficientes completamente.
Debajo del asfalto hay tierra, y esa es la que tenemos que recuperar a través de los huertos urbanos, en los que mayores y pequeños participan de forma activa.
El ahorro del agua es una máxima en la agricultura ecológica. El acolchado nos permitirá gestionar de forma eficaz y sostenible el agua que necesitamos para nuestra huerta.
Es cada vez más habitual, pasear por las ciudades y encontrarnos una huerta en un patio, o un balcón lleno de tomates, ¿moda o fomento del autoconsumo?
Con cuatro macetas podemos tener nuestro huerto ecológico en nuestra terraza o balcón.
Nuestra huerta varía cada mes. Influye el tiempo, el agua, los ciclos de la luna... ¿Cómo es nuestra huerta en julio?
Una vez que nos hemos decidido a cultivar nuestra huerta, tenemos que diseñarla y los bancales son un elemento fundamental.
El huerto ecológico es un espacio que nos permitirá desarrollar otras actividades relacionadas con el medio ambiente y la cocina, de forma respetuosa y sostenible, y una de ellas, es elaborar nuestro propio pan, en un horno solar o de barro.
Los productos alimentarios, antes de llegar a nuestra mesa, han pasado por muchos procesos y no todos “limpios”. A veces puede ser más sano comer el pez con tres ojos de los Simpsons que un tomate de la tienda de nuestro barrio.
La lechuga se cultiva desde hace más de dos mil años, y sigue siendo uno de los cultivos más apreciados.
Solanum Melongena, una planta con más de dos mil años.
Los tomates son frutos deliciosos y forman parte de nuestra alimentación y, por tanto, también de nuestra huerta ecológica.
El verano se está acabando y tenemos que preparar nuestra huerta para la próxima temporada otoño/invierno. ¿Qué tenemos que hacer?
Más allá de la satisfacción de cultivar nuestros propios alimentos y lo saludable que esto es, están los muchos beneficios que nos aporta la huerta. Huertear es terapéutico.