El ahorro del agua es una máxima en la agricultura ecológica. El acolchado nos permitirá gestionar de forma eficaz y sostenible el agua que necesitamos para nuestra huerta.
Es cada vez más habitual, pasear por las ciudades y encontrarnos una huerta en un patio, o un balcón lleno de tomates, ¿moda o fomento del autoconsumo?
Una vez que nos hemos decidido a cultivar nuestra huerta, tenemos que diseñarla y los bancales son un elemento fundamental.
Los productos alimentarios, antes de llegar a nuestra mesa, han pasado por muchos procesos y no todos “limpios”. A veces puede ser más sano comer el pez con tres ojos de los Simpsons que un tomate de la tienda de nuestro barrio.
Podemos comer sano y ecológico fuera de temporada, sólo necesitamos un invernadero que nos permita disfrutar de frutas y hortalizas todo el año.
Los tomates son frutos deliciosos y forman parte de nuestra alimentación y, por tanto, también de nuestra huerta ecológica.
¿Y si llenásemos las paredes de tomates, pimientos, cebollas…? Vamos a aprovechar el espacio y convirtamos nuestras paredes en huertas verticales.
Los huertos son como la Isla de Utopía, de Tomás Moro, espacios en los que la explotación comunal de los bienes se lleva a cabo sin conflictos ni competencias.
Queremos que nuestra comida sea saludable y, si bien el huerto nos abastece de muchas frutas y hortalizas, aún no hemos conseguido ser autosuficientes completamente.
Todo lo que nos rodea nos afecta, influye de una manera u otra en nuestra vida, por eso, para que ésta sea saludable y sostenible, también debe serlo nuestro entorno.
Debajo del asfalto hay tierra, y esa es la que tenemos que recuperar a través de los huertos urbanos, en los que mayores y pequeños participan de forma activa.
El huerto ecológico es un espacio que nos permitirá desarrollar otras actividades relacionadas con el medio ambiente y la cocina, de forma respetuosa y sostenible, y una de ellas, es elaborar nuestro propio pan, en un horno solar o de barro.
Con cuatro macetas podemos tener nuestro huerto ecológico en nuestra terraza o balcón.
Solanum Melongena, una planta con más de dos mil años.
Las empresas forman parte del sistema y las componen personas, que deben ser cuidadas y cuidadosas con el medio ambiente. Responsables social y ecológicamente.