Annie Leibovitz es la ganadora del año 2013. The Royal Society, Google y National Geographic Society son dos de los galardonados en ediciones anteriores de los Premios Príncipe de Asturias en la categoría de Comunicación y Humanidades.
El año 2013, el ganador ha sido el golfista español José María Olazábal. En la última década, han sido premiados otros grandes deportistas como Fernando Alonso, Rafael Nadal y la Selección Española de Fútbol.
El Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica reconoce la labor de investigaciones relevantes en campos como las Físicas, la Química y las Matemáticas. En el año 2013 ha recaído en Peter Higgs, François Englert y el CERN
El término Feedback alude a un proceso que implica la retroalimentación.
La TV Azteca surge en 1993.
Premios otorgados anualmente por la Fundación Príncipe de Asturias a personalidades e intituciones destacadas por su contribución social en todos los ámbitos.
En función de la fantasía y del frenetismo de las series de animación, varía la capacidad de atención y de resolución de problemas sencillos en los niños menores de 4 años.
Un estudio sobre violencia de género, realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, revela que, en pleno siglo XXI, hay adolescentes españoles que mantienen relaciones sumamente sexistas.
El share se calcula sobre la audiencia del medio y el raiting toma como referencia el público objetivo.
En España, hay algunos anuncios que se han convertido en una tradición.
Economistas, filósofos, historiadores e incluso arzobispos, han recibido el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por contribuir con sus ideas y trabajos al desarrollo de la humanidad. La ganadora del año 2013 ha sido Saskia Sassen.
Las Redes Sociales son un medio idóneo para no perder el contacto con las personas que nos rodean.
El protagonista del anuncio de la Lotería de Navidad mantuvo su identidad en secreto durante varios años.
Twitter lidera el rankig de uso por las empresas.
Los Hikikomorris son los protagonistas de los llamados “encierros digitales”.