Nuestra planta necesita una maceta, y ¿cuál es la mejor? ¿Barro, plástico, terracota? Tamaño y material, estos son los elementos a tener en cuenta, en nuestra elección.

Lo principal a la hora de elegir una maceta para nuestra planta es adecuarla a su tamaño.

Obviamente, si la planta es grande la maceta deberá ser grande y si es pequeña igual. No nos sirve de mucho una plantita diminuta en un macetón enorme, ni por estética ni por la salud de nuestra planta.

En cuanto al material, las hay de muy diversos tipos: las de barro tradicional, de varios colores, de las que tenemos calidades y tamaños diferentes en las tiendas. Son adecuadas para plantas que no necesiten tener el sustrato siempre húmedo, como los geranios, cactus… Son porosas y se secan con rapidez. De hecho, cuando queramos utilizar una maceta de barro nueva, lo primero que tenemos que hacer es sumergirla en agua para que el barro absorba humedad y no se “lleve” el agua que suministraremos a la planta. Como desventaja, su fragilidad, extrema si se trata de macetas de poco calidad. También sufren con las heladas intensas. Las hay con forma de vaso, con forma alargada, muy útil para árboles, con forma de ánfora, jardineras… Estéticamente son muy variadas.

Otro material, es la terracota, similar al barro, pero más duras y visualmente llamativas. Muchas de ellas están pintadas, lo que  disminuye su porosidad y aumenta la retención de humedad. Son de colores marrón y ocre, rojizos y armonizan con la mayoría de las plantas..

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