Facebook es una de las redes sociales, junto con Twitter, más populares a nivel mundial. Si tienes una empresa, no te lo pienses, es un medio barato y directo para conseguir visibilidad entre tus clientes.

Está claro que es importante tener presencia en las redes sociales y, por supuesto, es mucho más importante estar en las redes sociales mayoritarias. Sin embargo, no podemos estar de cualquier manera ni dedicar recursos infinitos a su gestión, nuestra acción en Facebook y otras redes sociales, al igual que otras acciones de marketing, tienen que responder a una estrategia. Tenemos que valorar el ROI (retorno de la inversión) y calcular cuánto tiempo y cuántos recursos dedicaremos a Facebook.

 

Una estrategia sin ningún objetivo claro sólo nos supondrá una pérdida de tiempo, una pérdida de productividad y, consecuentemente, una pérdida de dinero. Una presencia fuerte en las redes sociales te permitirá “hacer ruido”, es decir, ganar visibilidad, pero esto no se traducirá en un aumento de ventas a corto plazo. Tenemos que conseguir crear un plan definido que se mantenga a lo largo del tiempo y cuya efectividad vayamos analizando periódicamente.

 

Si tenemos una pyme, es fácil que nos desmotivemos ante las campañas masivas de las grandes empresas, sin embargo, igual que no podemos competir con dichas empresas a través de spots en televisión, tampoco podremos competir a corto y medio plazo a través de las redes sociales. A veces sumar fans no es lo importante, tenemos que intentar sumar fans que sean clientes potenciales, y tenemos también que plantearnos estas preguntas: ¿Es útil tener tantos “me gusta”? ¿Se están incrementando mis clientes?

 

El primer paso para estar presente en la red no es crearnos un perfil en Facebook, tenemos que contar de antemano con una web llamativa, acorde a nuestra identidad corporativa y al carácter de nuestra compañía, donde el cliente pueda encontrar información completa sobre la empresa y sobre los productos o servicios que ofrecemos. También es interesante contar con un blog corporativo en el que vayamos colgando contenido valioso para nuestros clientes y que nos sirva como puente entre la web estática y la página de Facebook.

 

El segundo paso es identificar a nuestros clientes potenciales, es decir, a nuestros seguidores en Facebook, y personalizar la información que publicamos en Facebook, adaptándola a sus gustos, a su edad… Así, nuestros mensajes ganarán efectividad.

 

El contenido que publiquemos en Facebook tiene que ser breve y auténtico, acompañado de imágenes sencillas y directas y de vínculos, relacionados con el tema que tratemos, a nuestro blog. Es importante que no nos limitemos a colgar publicidad, pues puede ser contraproducente, la gente huye de la publicidad en redes sociales, por lo tanto, tendremos que compartir contenido interesante, valioso y de interés para nuestro público. También es importante aceptar las críticas, los comentarios negativos, y responder respetuosamente a todos los comentarios con la máxima brevedad posible, recordando que somos humanos, no máquinas.

 

Facebook también nos ofrece la posibilidad de incluir anuncios y patrocinios a precios muy asequibles, aprovéchala pero no satures a tus seguidores.

Y por último, mide, la propia web te proporciona las herramientas para controlar las estadísticas de tu perfil. Además, los “Me gusta” pueden darte una idea sobre el impacto de las publicaciones.

 

Facebook es una herramienta muy potente para nuestro negocio, pero recuerda utilizarla con sentido común, ¿qué te gustaría a ti ver en tu perfil como consumidor?

 

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