Una universidad estadounidense pretende demostrar la eficacia del teléfono para tratar la depresión.
En la Universidad de Northwestern (EE.UU) han llevado a cabo una investigación, publicada en el diario Journal of the American Medical Association, cuya finalidad era la concluir si era posible llevar a cabo un tratamiento en pacientes con depresión a través del teléfono. Y el resultado al que llegaron tras el estudio demostró que las consecuencias de la intervención telefónica fueron muy positivas con una mejoría observada. Se trataba de demostrar los beneficios del teléfono, puesto que la atención puede llevarse a cado desde cualquier lugar y en cualquier momento.
La investigación contó como muestra con 325 participantes a los que se sometieron al tratamiento convencional del “cara a cara”, frente a las técnicas telefónicas durante un periodo de tiempo de ocho meses. Después de ese tiempo, los pacientes que acudían a una consulta presencial abandonaron el tratamiento en un 32,7%, mientras que los que utilizaban el teléfono lo dejaron en un 21%.