¿Sabes qué son las 4 Cs de un diamante?

Carat, cut, color y clarity: claves para elegir un diamante.

La palabra diamante deriva del griego: adámas, cuyo significado es irrompible. No es de extrañar que el diamante se haya convertido en la joya que mejor simboliza el amor eterno.

Comprar o no comprar un diamante es una elección que requiere de tiempo, aquí tienes una guía sobre los cuatro factores fundamentes que determinan el valor de un diamante: las 4 Cs.

Carat (peso): el peso de un diamante no está directamente relacionado con su tamaño y se expresa en quilate. 1 quilate equivale a 0,20 g. y se subdivide en 100 puntos. Así, un diamante de 75 puntos tiene un peso de 0,75 quilates. Cuanto mayor sea el peso de un diamante, mayor valor tendrá. De esta forma, por ejemplo, dos diamantes de 0,50 quilates son menos valiosos que un único diamante de 1 quilate.
Cut (talla): la talla depende no tanto de las características naturales del diamante, como de la habilidad artística de quien la hace. Cuando hablamos de talla, nos referimos al acabado y al pulido de un diamante, a sus ángulos, proporciones y simetría. Una buena talla equivale a una brillantez óptima, la luz se dispersa uniformemente, mientras que una talla muy plana o gruesa amortiguará el brillo del diamante.
Color (color): en los diamantes blancos (incoloros) existe una escala de color que va de la D (incoloro) a la Z (amarillo claro). Un diamante valioso se situaría entre la D y la I en dicha escala, es decir, cuanto menor sea el color del diamante, más valioso será el mismo. Sin embargo, existen también diamantes de fantasía de diferentes colores, extraños y valiosos.
Clarity (pureza): se refiere al grado de pureza del diamante, es decir, si el diamante presenta inclusiones en su interior o marcas externas. Un diamante puro es aquél que no presenta defectos ante un ojo experto con una lupa de 10 aumentos. Como en el color, existe una escala para definir el grado de pureza de un diamante, que va desde F (puro) hasta I (imperfecto). Como es obvio, cuanto mayor sea el grado de pureza de un diamante, mayor será su valor.