Las abuelas son sabias y, aunque muchas veces no les prestamos suficiente atención, algunos de sus remedios no son simples cuentos y funcionan. En este manual te contamos todos los misterios.

Ajo y cebolla para el resfriado

Seguro que alguna vez has escuchado que, para curar un resfriado, duermas con un plato con cebolla o ajo partidos por la mitad. Y si has probado, te habrás dado cuenta de que, contra todo pronóstico, era efectivo. Y es que la cebolla y el ajo contienen azufre, un compuesto volátil que puede asimilarse a través de las vías respiratorias y tiene un efecto parecido a las sulfamidas, eficaces contra las infecciones.

Zanahoria para vista

Si de pequeño tu madre te decía: “Niño, cómete la zanahoria que es buena para la vista” tenía mucha razón. La zanahoria es rica en betacarotenos, precursores de la vitamina A en el organismo, y precisamente la vitamina A es esencial para la vista, pues es absorbida por las células fotorreceptoras presentes en la retina. Su carencia, por ejemplo, afecta a la correcta distinción de los colores.

 

Zumo de limón contra la acidez de estómago

No parece muy inteligente tomar zumo de limón cuando padecemos acidez de estómago, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad, el zumo de limón es rico en ácido cítrico, que produce CO2 que, al contacto con el agua de nuestro cuerpo, se convierte en bicarbonato, el mismo compuesto que ingerimos para combatir la acidez.

 

Vegetales para el cutis

El envejecimiento de la piel se produce por la oxidación que causan los radicales libres. Los vegetales son una gran prevención por su gran contenido en agua y carotenos. Aplicados en forma de mascarilla sobre el cutis no solo refrescan e hidratan, sino que previenen el envejecimiento de la piel.

Pimienta como calmante

Cuando sentimos un dolor intenso nuestro cerebro libera endorfinas, que regulan el dolor limitando la transmisión del impulso nervioso. La pimienta tiene exactamente el mismo efecto, provoca que el cerebro libere endorfinas, de ahí que alivie el dolor.

 

Ortigas para las hemorragias

Los pelitos presentes en las hojas de la ortiga, al entrar en contacto con la piel, liberan ácido fórmico e histamina, que no solo nos producen picor sino que estimulan las glándulas mucosas y las plaquetas de la sangre, las responsables de cortar las hemorragias.

 

Hinojo para los gases

Contiene un irritante que estimula movimientos peristálticos moderados, los justos para expulsar los gases.

Aloe vera como purgante

Es rico en emodina, un irritante que incrementa los movimientos peristálticos y hace que el contenido intestinal fluya.

 

Regaliz para las molestias de estómago

El regaliz es un poderoso remedio contra la acidez estomacal y las úlceras, pues la glicirrina que contiene estimula la secreción mucosa que recubre las paredes del estómago, protegiéndolo contra los jugos gástricos.

Canela para los dolores menstruales

La canela contiene eugenol, un anestésico. Por ello una infusión de canela es efectiva para aliviar no solo el dolor provocado por la menstruación, sino cualquier dolor.

 

Imágenes: ilovebutter, stuartpilbrow, Food Trails.

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