Bajando por la costa hacia el sur del país, nos detenemos buscando la península de Peljesac.
Accedemos a esta península buscando pequeñas poblaciones con encanto y sus playas. Su historia data de los tiempos de la Grecia antigua. La República de Ragusa (actual Dubrovnik) compró al Reino Serbio la península. Entonces, pueblos como Ston y Mali Ston se convirtieron en importantes productores de sal. Tanta importancia cobraron, que se levantó una gran muralla en 1333 que conforma la fortificación más larga de Europa, con 5,5 kilómetros. Fueron consideradas como un logro notable en la arquitectura medieval. Las murallas se extienden a Mali Ston, que significa "Pequeña Ston", levantada al mismo tiempo que el muro como parte del sistema defensivo. Hoy, estos pueblos son famosos por los viveros de ostras de su bahía y por el excelente pescado que sirven.
Como en otros lugares de Croacia, podemos buscar alojamientos baratos buscando carteles con la palabra "sobe", que significa habitaciones. A veces, se anuncian en inglés, alemán o italiano. Son casas particulares donde, por un módico precio, se puede dormir. En algunas zonas, los dueños de las casas pueden ofrecer sus servicios a los viajeros en la calle. También es útil preguntar por oficinas de información turística donde suelen tener un listado de casas y propietarios con los que contactar.