Antigua sede de compañías marítimas, hoy vive del turismo y sus playas.
Orebic está situado en la parte sur-occidental de la península de Peljesac, al resguardo del viento bajo la colina de San Elías. Fue la ciudad de muchos capitanes de marineros, así que su museo marítimo es un lugar bastante interesante si te interesa lo que puedan contar los viejos lobos de mar. La localidad lleva, de hecho, el nombre de una familia de marineros que el siglo XVII construyó una ciudadela defensiva para protegerse de los turcos. Además se encuentran playas casi vírgenes con las habituales aguas cristalinas del Adriático; así que, desde Ston, la gente recorre la península buscando este tipo de rincones, aunque ojo con la carretera, sobre todo de noche.
Orebic alcanzó su apogeo en los siglos XVIII y XIX cuando tuvo la sede de una gran compañía marítima. Pasados esos tiempos, les queda el turismo como principal recurso económico. Este pueblo es fundamental si queremos cruzar el pequeño estrecho hacia la isla de Korkula, que nadie se puede perder en su viaje a Coracia. El servicio de Ferry tiene horarios continuos para cruzar de la península a la isla, en cuestión de minutos.