El Cocker Spaniel Inglés es un perro originario de Gales y con ancestros españoles. Se caracteriza por su obediencia, agilidad, gran olfato y excepcional aptitud para la caza.
El origen del Cocker Spaniel Inglés se localiza en la Gran Bretaña del siglo XIV. En concreto, fue en Gales donde se desarrolló la raza, partiendo de una variedad de perros españoles.
El Spaniel Inglés era empleado como perro de caza. Actualmente, sigue destinándose a este menester, aunque también se ha convertido en una excelente mascota y animal de compañía.
Se trata de un perro de tamaño pequeño. Su peso no supera los 16 kgs, si hablamos de los machos. La altura oscila entre los 39 y 41 cms. Está dotado de un tronco fuerte y compacto, además de un pecho profundo. Posee un pelaje largo, tupido y sedoso, de color marrón, negro o rojizo. Existen ejemplares bicolores e, incluso, tricolores. Las grandes orejas son, sin duda, uno de los elementos más llamativos del Cocker Spaniel Inglés. Algunos propietarios las prenden con pinzas, para evitar que se ensucien al comer o al andar por el campo.
Los “Cocker Spaniel” deben recibir cepillados y peinados diarios. Es fundamental eliminar cualquier resto de barro y suciedad en orejas, patas y pelo.
El Spaniel Inglés es un animal equilibrado, muy obediente y extremadamente activo. Es un compañero ideal para toda la familia. Es extrovertido, ágil y posee un gran olfato. En definitiva, se trata de un perro dulce y simpático. Algunos le han llamado “el cocker feliz”, debido a su incesante movimiento de cola.