La raza más pequeña del mundo proviene del estado mexicano del mismo nombre, Chihuahua. La inteligencia, el nerviosismo y el valor son sus características más destacadas.
El nombre oficial de la raza es “Chihuahueño”. Su origen se localiza en el estado mexicano de Chihuahua, en el que se le rescató del estado salvaje para proceder a su domesticación. Junto con el Yorkshire Terrier, es la raza de perros más pequeña que podemos encontrar en el mundo.
Existen varias teorías en torno al nacimiento de estos animales, aunque la mayoría coincide en situar sus ancestros en México, durante la civilización Tolteca.
El “Chihuahua” se caracteriza por su pequeño tamaño. Posee grandes, puntiagudas y desproporcionadas orejas respecto a su diminuto cuerpo. Los ojos son saltones y expresivos, el hocico es aplastado. Los estándares oficiales de la raza establecen que el peso de estos ejemplares debe ocilar entre 1,5 y 3 kilogramos, aunque los animales adquiridos como mascota suelen superar, con creces, esas cifras.
Existen dos variedades, la de pelo corto y la de pelo largo. Los colores de los “Chihuahua” son variopintos: blancos, negros, café, chocolate, plateados etc. La primera variedad presenta un pelaje suave y brillante. Los animales de la segunda tipología se caracterizan por sus pelos finos y sedosos, lacios o ligeramente ondulados.
Uno de los aspectos más reseñables de los “Chihuahua” es su carácter y temperamento. Son perros muy inquietos, nerviosos e inteligentes. No temen enfrentarse a individuos de otras razas mayores que la suya. Son animales ligados estrechamente a sus dueños, al punto de llegar a ser agresivos con desconocidos, ya sean humanos o caninos.