Podemos tener nuestras propias plantas y sólo necesitamos un semillero, fácil de hacer, económico y muy satisfactorio.
Para hacer un semillero, necesitamos un recipiente adecuado. Se pueden hacer en cajones de madera, en macetas, en tetrabriks abiertos, bandejas de alvéolos, bandejas de corcho… En cuanto a su profundidad, con diez centímetros es suficiente. Con menos profundidad las raíces no se desarrollarían bien. Las más adecuadas son las bandejas que se utilizan en las pescaderías, de muy diversos tamaños. Es un material aislante y, al ser blanco, permite mantener una temperatura idónea para el sustrato que vamos a utilizar.
A este envase habrá que hacerle unos agujeros en el fondo para permitir el drenaje del agua sobrante. Debemos llenarlo de tierra o mezcla de éstas hasta dos dedos por debajo del borde que vayamos a utilizar como sustrato. Este sustrato puede estar ya abonado o no, siendo estéril, y deberemos añadir los abonos de forma controlada, como se hace en los viveros profesionales.
Regamos el sustrato para que quede bien empapado y de esta manera se reducirá su volumen. Con este lecho, ya preparado, podremos hacer la siembra y tenemos nuestro semillero listo. Ahora sólo quedaría esperar a que crezcan nuestras plantas.