Hoy en día los títulos nobiliarios no otorgan privilegios ni ventajas de ningún tipo.
En España siguen existiendo títulos nobiliarios e incluso, se siguen otorgando más. El Ministerio de Justicia tramita continuamente expedientes de sucesión y rehabilitación de títulos.
El único contenido jurídico que se le concede a su poseedor es “el derecho de usarlo y protegerlo frente a terceros”. Son una distinción meramente honorífica. La finalidad de su existencia dentro de una sociedad democrática e igualitaria para todos los ciudadanos, obedece a mantener vivo el hecho histórico que hizo que se otorgaran.
Los títulos nobiliarios más comunes son los hereditarios, que son transmitidos a la muerte del titular a sus familiares. Los títulos no hereditarios son vitalicios, es decir, personales e intransferibles, se extinguen a la muerte del titular y no se transmiten ni se heredan.
Actualmente en España, los títulos nobiliarios se heredan indistintamente por línea masculina o femenina, en función del orden de nacimiento.