Té rojo, té negro, té verde... Las variedades de tés son muy numerosas, ¿sabías que cada una de ellas es adecuada para un momento del día?

El tipo de té no sólo varía en función del color, del aroma y del sabor, sino también en función de las propiedades. Son estas propiedades las que hacen que cada uno de ellos esté más indicado para un momento u otro del día.

 

Por la mañana, nuestro cuerpo nos pide una buena dosis de energía. El té negro es la variedad que contiene más teína, la sustancia estimulante del té. De ahí que los ingleses, en lugar de café en el desayuno, prefieran su famoso english breakfast (desayuno inglés), un té negro, usualmente mezclado con leche y azúcar.

A media mañana, la pausa del trabajo es una buena ocasión para relajarnos un poco y recargar las pilas con un té rojo, aromático y antioxidante, con la cantidad justa de teína para llegar a la comida sin cansancio.

 

Después de comer, un té blanco nos aligerará la digestión, mientras que el té verde es el compañero perfecto para una merienda energizante, tanto si hemos finalizado nuestra jornada de trabajo para seguir con el día hasta la noche, como si hemos de continuar trabajando unas horas más.

Por la noche, un té rooibos, que no es propiamente un té, es la opción ideal para descansar de forma apropiada y un sueño reparador, pues no contiene teína y tiene un efecto relajante en nuestro sistema nervioso.

 

Imágenes: A Girl With Tea, caruba

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