Con el Miércoles de Ceniza se inicia la Cuaresma.
Con el Miércoles de Ceniza, que supone el final de las fiestas de los Carnavales, se inicia el periodo de la Cuaresma (cuarenta días previos a la Semana Santa) en el catolicismo. Ese día marca una transición entre la fiesta y el periodo de abstinencia, de ayuno y dedicación a la oración. Sus orígenes se remontan a la antigüedad, cuando diferentes pueblos utilizaban las cenizas para pintarse el rostro cuando realizaban sacrificios.
Suele tener lugar entre principios de febrero y de marzo y su nombre se debe a la antigua costumbre que aún hoy se mantiene, por la que los fieles acuden a misa para que el sacerdote realice la imposición de las cenizas. Ese gesto, que sirve como un símbolo de la penitencia para llegar a la conversión, pone de manifiesto la existencia del estado espiritual por encima del humano. Esas cenizas surgen después de quemar las ramas que hay en la Iglesia del Domingo de Ramos de un año antes.