Aunque proteger nuestra piel del sol parezca una tarea sencilla, muchas veces descuidamos el factor solar de la crema que utilizamos. En este manual te enseñamos a identificar tu fototipo y protegerte del sol de forma eficaz.
Empecemos por lo fundamental a la hora de proteger nuestra piel de la acción dañina del sol: conocer cuál es nuestro fototipo. El fototipo no es más que el color de nuestra piel y está directamente relacionado con la raza de origen. En total, se diferencian seis fototipos y a cada uno de ellos le corresponde un factor de protección solar (FPS).
Fototipo I: FPS total (100)
Piel muy clara y pecosa. Normalmente este fototipo se relaciona con un color de ojos claro y cabello rubio o pelirrojo. Esta piel presenta pecas, se quema con mucha facilidad y sólo necesita 10 minutos de exposición al sol para enrojecer, pero nunca se broncea.
Fototipo II: FPS 50
Piel clara, habitualmente se corresponde con ojos claros y cabello claro. Esta piel es un poco menos sensible que la del fototipo I, pues también se quema con mucha facilidad, pero el enrojecimiento se presenta a los 15 minutos de exposición al sol y puede broncearse, aunque con mucha dificultad.
Fototipo III: FPS 30
Piel clara, con ojos marrones o grisáceos y cabello castaño. Aunque esta piel se quema sin protección solar, se broncea con facilidad.
Fototipo IV: FPS 20
Piel oscura y cabello oscuro, que apenas se quema y se broncea fácilmente. Esta piel se reconoce porque cuando se quema, el color pasa a ser morado.
Fototipo V: FPS 15
Piel oscura y mate, ojos oscuros y cabello negro. Raramente se quema y se broncea con mucha facilidad.
Fototipo VI: FPS 10
Esta piel es la correspondiente a la raza negra. No se quema, aunque la exposición al sol puede producir manchas y, como en todos los casos, melanomas y cáncer de piel, por lo que no se debe descuidar la protección.
Imagen: Timothy Valentine