¿Sabemos qué es una geisha? Seguramente no conozcamos el concepto en su totalidad, pero todos y todas asociamos una imagen a esa palabra.
Una de las imágenes de Japón son las geishas, mujeres delicadas, vestidas con sus kimonos maravillosos y su rostro de un blanco brillante, en el que destacan sus labios de un rojo intenso y sus ojos, enmarcados en color negro.
Las geishas son mujeres que entretienen a los hombres por sus habilidades en diferentes artes, que no deben ser asociadas a la prostitución. En el siglo XVIII fueron reconocidas como artistas y, desde entonces, están asociadas en kebans. Son figuras que se han mantenido a pesar del transcurso del tiempo, junto con los maikos, con los que conviven en los hanamachi.
El origen de la geisha se encuentra en el teatro, en las odorikos, las antiguas bailarinas ambulantes, que en su mayoría eran hombres y se encargaban de servir el sake, tocar el shamisen, instrumento japonés, la ceremonia del té y bailar, para los samurais. En la actualidad, el festival del cerezo en flor, en Gion, nos permite verlas en todo su esplendor.
