La tasa Tobin es un tipo de tasa sobre las transacciones financieras que ha cambiado su fórmula original a lo largo de los años, ¿en qué consiste?

La tasa Tobin, también conocida como ITF (siglas de Impuesto a las Transacciones Financieras), debe su nombre original al economista estadounidense James Tobin, que la concibió en sus Janeway Lectures en 1971.

 

Se trata de un impuesto sobre las transacciones financieras, cuya aplicación se propuso en el movimiento antiglobalización y, posteriormente, con motivo de la crisis económica de 2008.  Estas aplicaciones se han desviado de la concepción original pues, en un principio, el objetivo de la tasa Tobin era frenar la volatilidad de los mercados internacionales. Actualmente, se propone que el objetivo de la tasa Tobin sea controlar las crisis financieras y destinar su recaudación a fines sociales, de hecho, la ONG Oxfam la rebautizó como impuesto Robin Hood.

 

La tasa Tobin fue formalizada por su creador en 2001: en cada cambio de una moneda a otra se aplicaría un pequeño impuesto, por ejemplo, un 0,5% del volumen de la transacción. De esta forma, se disuade a los especuladores que invierten su dinero en moneda extranjera a muy corto plazo y tendrían que pagar el impuesto varias veces. Sin este tipo de tasa, cuando el dinero se retira inmediatamente, los países deben aumentar de un modo drástico los intereses para que su moneda siga siendo atractiva a los flujos financieros. Como consecuencia del alto interés y de la constante fluctuación, se producen crisis financieras. Con la tasa Tobin los países recuperarían cierto margen de maniobra para defender la economía nacional y se limitaría el abuso de poder de los mercados financieros.

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