Es un concepto que se aplica a la elaboración de bienes o servicios audiovisuales por parte de una sociedad.
Para llevar a cabo esta actividad se necesitan tres premisas básicas: el capital, el trabajo y los medios. Para que el proceso discurra en un modo normal, se requiere una atenta planificación en cada etapa del proceso, teniendo en cuenta los factores de calidad, los costes y los plazos a seguir. El equipo de producción es el encargado de vigilar que todo se desarrolle según lo previsto.
En el proceso de producción audiovisual intervienen distintos factores:
- Creativos, que corresponde a la originalidad de los guiones o de las piezas que se producen.
- Dirección o gestión, se centran en los aspectos de organización y las posibles necesidades que derivan de la obra.
- Económicos.
- Mercado, afecta a los deseos de los clientes o telespectadores. Depende directamente de las modas del momento.
Cabe destacar que el trabajo de productor es algo más que la organización. Al productor se le exigen amplios conocimientos del mundo audiovisual, ya que de su trabajo depende el resultado final de la obra.