Si las personas que padecen anorexia se ven obesas frente al espejo, a los megaréxicos les ocurre exactamente lo contrario.
La megarexia es un trastorno alimentario de origen psicológico que produce en quien la padece la distorsión de su propia imagen corporal. En concreto, la megarexia produce el efecto contrario a la anorexia nerviosa: los megaréxicos padecen sobrepeso u obesidad, pero no son conscientes de su problema, pues se ven como personas sanas, fuertes y llenas de vitalidad.
Esta patología ha sido estudiada por el Doctor Jaime Burgos, quien le puso nombre en su obra Dieta isoproteica (1992) y posteriormente profundizó en su investigación con Isodieta (2009). La megarexia es un trastorno menos conocido que otros como la anorexia nerviosa, la bulimia o la ortorexia, pero no por ello menos grave.
Quienes padecen megarexia sufren un exceso de peso y no se someten a ningún plan de dieta o ejercicio para evitarlo, de hecho, suelen llevar un estilo de vida muy poco saludable caracterizado por el sedentarismo y la alimentación a base de procesados y comida basura. Todo ello conduce a una desnutrición progresiva como consecuencia del déficit de nutrientes, lo que puede llevar a enfermedades más graves.
Imagen: Scandinavian