Seguro que alguna vez habrás escuchado hablar sobre la ley del embudo, ¿en qué consiste?

La ley del embudo pone nombre a una injusticia, es decir, es una forma de denunciar un desequilibrio ilícito como consecuencia de una confrontación. Para darle sentido solo tenemos que pensar en la forma de un embudo, con una parte superior muy amplia y una parte inferior muy estrecha, la ley del embudo señalaría cómo algunas personas se quedan con la parte más mínima de algo mientras que otros derrochan eso mismo como resultado de su abundancia. Existe, además,  un refrán popular que resume muy bien el mandato único de esta ley: Lo estrecho para otros, lo ancho para uno.  La ley del embudo es, por lo tanto, opuesta a los principios de igualdad.

 

La RAE, la define como una frase coloquial:

 

La que se emplea con desigualdad, aplicándola estrictamente a unos  y ampliamente a otros.

 

La ley del embudo es una expresión que existe en la mayoría de los países de habla hispana, si bien es cierto que en cada uno de ellos esta frase coloquial lleva asociada un refrán diferente. Por ejemplo, en Argentina, hacen la siguiente rima: La ley del embudo: la más linda con el más boludo.

 

En la obra Martín Fierro, de José Hernández, encontramos una explicación de la misma:

 

La ley es tela de araña,

y en mi ignorancia lo explico,

no la tema el hombre rico,

no la tema el que mande,

pues la rompe el bicho grande

y sólo enrieda a los chicos.

Es la ley como la lluvia,

nunca puede ser pareja,

el que la aguanta se queja,

más el asunto es sencillo,

la ley es como el cuchillo,

no ofende a quien lo maneja.

Le suelen llamar espada

y el nombre le sienta bien,

los que la manejan ven

en dónde han de dar el tajo,

le cae a quién se halle abajo,

y corta sin ver a quién.

Hay muchos que son doctores,

y de su ciencia no dudo,

mas yo que soy hombre rudo,

y aunque de esto poco entiendo

diariamente estoy viendo

que aplican la del embudo.

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