Protocolariamente, desde muy antiguo se ha considerado que la derecha es una posición de privilegio.
La derecha sigue siendo hoy en día un lugar destacado por lo que en el ceremonial se aplica la ley de la derecha, adoptando así este criterio para establecer la preferencia.
Siguiendo esta ley, el sitio de honor se encuentra a la derecha del lugar que ocupa el anfitrión. Este principio o ley se aplica en actos donde los asistentes están sentados o de pie.
La derecha se determina desde el lugar de los protagonistas, aunque el observador lo vea a la izquierda al estar de frente a la escena.