La cachuela es un producto elaborado con hígado de cerdo muy popular en la zona oeste de España, sobre todo, en la Comunidad Autónoma de Extremadura.

La cachuela o caldillo tiene aspecto de paté y se toma como desayuno untado en pan o como comida desecha en un plato, siempre acompañado con pan está mucho más rico. Es muy parecida a la “manteca colorá” elaborada en Andalucía.

Ingredientes:

¼ Kg de hígado de cerco.

½ de manteca blanca de cerdo.

3 clavos.

5 dientes de ajo pelados.

1 cucharada de pimentón de La Vera.

Pimienta negra, comino y sal.

Cogemos una sartén y calentamos la manteca de cerco, cuando esté medio derretida añadimos cinco dientes de ajos cortados en trocitos, el hígado y la pimienta. Se deja a fuego lento durante 10 minutos. Una vez transcurrido este tiempo, se saca el hígado y se deja enfriar para, una vez templada, triturarlo.

Se vuelve a mezclar el higado triturado con la manteca y se le añade comino, los clavos, la sal y el pimentón de la vera (las cantidades al gusto). Hay que tener cuidado de que el pimentón no se queme y de que quede todo bien mezclado.

Cuando la mezcla esté templada, se vierte en un recipiente (mejor si es de vidrio) con tapadera y se remueve de vez en cuando. Se deja enfriar y ya está listo para comer. El aspecto que debe quedar es un paté rojo o anaranjado en la parte superior del recipiente y el hígado en la parte inferior.

Un consejo: untar cachuela en pan tostado resulta la mejor fórmula para probarla. Hay que ser consciente de que este productor extremeño es alto en colesterol y engorda, pero está muy bueno.

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