Este término anglosajón se refiere a una forma de publicidad que consiste en la colocación de diversos productos o servicios y sus marcas, dentro de la trama del espacio audiovisual.
El product placement se ha convertido en una forma de financiación muy cómoda, ya que no interfiere en el normal desarrollo del programa. Además, para el anunciante es beneficiosa, ya que su marca entra en las casas de los telespectadores de una forma no agresiva adquiriendo los valores del espacio en el que se inserta, y maximizando la comunicación publicitaria.
Por otro lado, los anunciantes se ahorran los costes de producción de los spots y seleccionan el público objetivo al que quieren que llegue su producto.
Esta forma de publicidad tiene mucho éxito en el mundo audiovisual.