El índice glucémico, también conocido como IG, es un dato fundamental a tener en cuenta si queremos cuidar nuestra alimentación y nuestro peso corporal.
El índice glucémico se trata de un sistema de medición de la respuesta glucémica de un alimento con la misma cantidad de hidratos de carbono que otro de referencia. De ahí que no sean lo mismo 100 g. de arroz blanco que 100 g. de arroz integral, pero profundicemos al respecto.
Al tomar un alimento rico en glúcidos, los niveles de glucosa en la sangre se van incrementando a medida que el alimento se digiere. La velocidad a la que se incrementa el nivel de glucosa depende de los nutrientes del alimento, de su cantidad de fibra y del resto de alimentos que hemos tomado conjuntamente al alimento rico en hidratos de carbono.
¿Cuáles son los efectos de la rápida subida de los niveles de glucosa en la sangre? Pues que el exceso de glucógeno, al no poder gastarse tan rápidamente, se almacena en forma de grasa. Pero además, como se ha producido un exceso de segregación de insulina, esta hace que el azúcar en sangre caiga, dos o tres horas después de haber ingerido el alimento de alto índice glucémico, provocando un estado de hipoglucemia, que nos hace sentir hambre.
Es por ello que los carbohidratos de alto índice glucémico se asocian a la diabetes y a la obesidad. Hemos de evitar los azúcares simples y optar por hidratos de carbono complejos y alimentos ricos en fibra: cereales integrales, legumbres, frutas y verduras.
Imagen: ralph and jenny