El Clímax es el punto culminante en una película, ya sea por su dramatismo, intensidad o emoción.
Habitualmente, si se respeta la ley de la progresión dramática en la obra, el clímax se situará al final de la película, posteriormente sólo veremos escenas de resolución. No es necesario que el clímax se corresponda con la escena más violenta, dramática o que provoque un giro inesperado en el argumento.
Los autores aconsejan que el clímax se defina antes de la redacción del guión y sea el objetivo o destino a alcanzar.
Por otro lado, hay diversos momentos de alta emotividad en la trama que se reparten durante toda la película y que se llaman “puntos fuertes”. Por ejemplo, ciertos films se consideran una sucesión de puntos fuertes en sí mismo (sobre todo en películas de aventuras): Indiana Jones, 007…