Se trata de una enfermedad infecciosa, que puede afectar a los humanos y que se combate con Tetraciclina.
Esta enfermedad infecciosa tiene su origen en una bacteria, la Chlamydia psittaci. Cuando la contagiada es una psitácida, la zoonosis es denominada Psitacosis. Ornitosis es el nombre que recibe la patología en otras aves. Ambas poseen una sintomatología análoga, aunque las manifestaciones de la Ornitosis suelen ser más leves.
Los síntomas de la Psitacosis están relacionados con problemas en el aparato respitatorio (resfriado, dificultad respiratoria, secreciones...). Igualmente, pueden producirse infecciones oculares, conjuntivitis, diarreas, calambres, abatimiento o cojera. En ocasiones, la enfermedad queda en estado latente. Situaciones de estrés, provocadas por diferentes razones, pueden hacer que la patología se manifieste en animales portadores.
El contagio puede ocasionarse por contacto directo, inhalación o ingestión. Es muy importante saber que estamos ante una enfermedad que se transmite a los seres humanos. En éstos puede manifestarse por medio de alteraciones respiratorias, generalmente leves, aunque en algunos casos se pueden desarrollar patologías más graves, como la neumonía. Tras un primer contagio no existe inmunidad, por lo que las aves pueden volver a enfermar de Psitacosis.
El período de incubación ronda los diez días. La enfermedad sí tiene tratamiento veterinario, a diferencia de otras patologías, aunque es muy importante diagnosticar a tiempo el problema. La Tetraciclina se ha demostrado eficaz para tratar tanto a aves como a humanos.
Una limpieza escrupulosa de jaulas y herramientas, la aplicación de cuarentenas a las aves enfermas, las analíticas y la administración de Tetraciclina son las mejores armas para luchar contra la Psitacosis.