Durante los procesos de selección de trabajadores las empresas buscan los nombres de sus candidatos en Google. Habitualmente pensamos que esto es perjudicial para nuestra imagen, sin embargo, puede ser una gran ventaja competitiva si sabemos construir nue
El primer paso para construir una huella digital que potencie nuestra imagen profesional es diferenciar nuestros perfiles profesionales de los personales en las redes sociales. El perfil personal es conveniente cerrarlo al público en la configuración de la privacidad, sobre todo si compartimos en él información e imágenes que no queremos que las empresas vean, sin embargo, el perfil profesional debe ser abierto, es nuestro “escaparate” en la red y nos interesa que las empresas puedan acceder a él fácilmente.
¿Y qué hacemos con el perfil profesional? Tenemos que aprovecharlo para “vendernos”, en él publicaremos, compartiremos y comentaremos contenido de calidad relacionado con nuestra área profesional y, además, interactuaremos con grupos y personas que nos sean afines. Es importante publicar con frecuencia, pues cuanto más activos seamos, más fácilmente nos encontrarán las empresas y aumentaremos las posibilidades de que concierten una entrevista con nosotros.
También es interesante la creación de un blog profesional para profundizar más en nuestros intereses, trabajos que hayamos realizado… y cuyas publicaciones vayamos compartiendo en nuestras redes sociales para llenarlas de contenido propio. Además, el blog nos servirá también para interactuar con blogs afines y conseguir contactos.
Y por último, lo mejor es tener toda nuestra presencia reunida en una misma página, sírvete de herramientas como About.me para hacer tu tarjeta de presentación, incluye en ella los enlaces a todas tus páginas, y, a la vez, incluye en todas tus páginas el enlace a About.me. De esta forma, las empresas que se interesen por tu perfil podrán ver toda tu actividad en la red sin realizar tediosas búsquedas.
Imagen: Rosaura Ochoa.