El aloe vera es una planta con múltiples aplicaciones terapéuticas.
La planta de aloe vera o sáliba se caracteriza por cerrar las heridas provocadas en la piel, gracias a sus funciones antisépticas y cicatrizantes. Sus nutrientes naturales regeneran las células de todas las capas de la piel (epidermis, dermis e hipodermis). Recomendable para quemaduras, picaduras de insectos, irritaciones, eczemas… pues acelera el proceso de restauración celular.
Otro de sus beneficios es la hidratación, muy útil para pieles sensibles y estropeadas. Elimina la grasa de los poros, es anti-inflamatoria y analgésica. Su uso difumina las arrugas y es muy buena como protector solar. También sirve como aftersun.
Se recomienda su uso a personas con manchas oscuras en la piel y que sufren soriasis. Por otro lado, proporciona suavidad, resistencia y flexibilidad al cabello.
La forma de empleo del aloe vera es mediante cremas y geles. Muchas personas, que cultivan la planta en casa, cortan y exprimen la hoja.
Por otro lado, la planta de aloe es beneficiosa para problemas internos del cuerpo como la acidez de estómago o la úlcera gástrica, el estreñimiento, el colesterol y la diabetes. Se toma en forma de jarabe o zumo.