La Ley del Poder Judicial establece que en los casos de audiencia pública (esto es, en el desarrollo habitual de los juicios), reuniones del tribunal y actos solemnes judiciales, los jueces, magistrados, fiscales, secretarios, abogados y procuradores usar
También establece que, en las salas donde se celebren los juicios, todos ellos deben sentarse a la misma altura.
Lo cierto es que, a día de hoy, el uso de la toga tiene una función más bien práctica: es el uniforme que permite señalar a los denominados “profesionales” de la justicia (abogados, secretarios, magistrados, etc.) del resto del mundo. Su uso queda limitado a los actos de servicio.
Históricamente, la toga suponía una señal de la clase social o actividad a la que se dedicaba el personaje.
Hasta hace poco tiempo, los abogados debían llevar, además de la toga, un traje oscuro y una corbata negra. Hoy esa costumbre está más relajada. En todo caso, si en un Juzgado ves a alguien con una toga puesta y ésta lleva puntillas en las mangas, no es un abogado. Es un magistrado, así que, ¡cuidado!