El telón del Palacio de Bellas Artes de México destaca principalmente por el conocido apellido de su creador.

El Palacio de Bellas Artes de México, que está situado en el centro de la zona histórica de México, fue declarado como Monumento Artístico por la UNESCO como testimonio del arte y de la cultura de principios del siglo XX. La construcción del Palacio, proyectado entre las iniciativas gubernamentales como Teatro Nacional, fue encomendada al arquitecto italiano Adamo Boari; que inició el proceso de creación en 1901.

El Palacio, además de destacar por su valor artístico, fue testigo de momentos muy relevantes en la historia del país mexicano. Su construcción se vio demorada en varias ocasiones por las cambiantes circunstancias sociales, políticas y económicas que se sucedieron desde el inicio de las obras en 1904 y su culminación, que se produjo el 10 de marzo de 1934. Dos motivos fueron los principales causantes del retraso en la construcción: el estallido de la Revolución Mexicana en 1910 y el abandono del país por parte de Boari en 1916. A partir de 1930, coincidiendo con la presidencia de Pascual Ortiz Rubio, fue cuando el arquitecto Federico E. Mariscal terminó la construcción.

El edificio es una perfecta combinación del estilo Art Nouveau de la primera etapa y el Art Decó de la última. En el Palacio abundan elementos clásicos con otros propios de la identidad mexicana; contando incluso con importantes obras del arte muralista. Uno de los elementos más peculiares es el telón, fabricado por la casa de Louis Comfort Tiffany de Nueva York, que está formado por un mosaico de pequeños cristales de dos centímetros cuadrados que dibujan el Valle de México.

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