Las uvas de nochevieja ya se degustaban a finales del siglo XIX en España.

La tradición de tomar doce uvas al son de las campanadas del reloj en la noche del último día del año está presente en España y en algunos países como México, Perú o Venezuela. En otros, como en Portugal, las uvas son pasas y no frescas. Además, existen otras tradiciones como las lentejas italianas para una buena entrada y salida de año.

Entre las distintas versiones que existen para dar una explicación al hecho de que sean uvas y no otra fruta, es que un grupo de vinicultores españoles dieron salida al excedente de producción afirmando que esos frutos proporcionaban suerte a la persona que las tomara esa noche. Además, está documentado que el 31 de diciembre de 1895 las autoridades acompañaron las uvas con Champagne. Y desde principios del siglo XX, las clases más populares comenzaron a celebrar Fin de Año frente al reloj de la Puerta del Sol de Madrid comiendo uvas para imitarlos. 

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