La tierra de nuestra huerta necesita el mejor abono para que plantas y hortalizas crezcan plenas de sabores, tamaños y olores. La mejor manera de enriquecerla es abonarla con otras plantas.
La tierra de nuestra huerta debe ser abonada, ya que el cuidado del suelo, de la tierra, es fundamental para garantizar los mejores frutos. El abono verde es una técnica utilizada en la agricultura ecológica, por su eficacia y sostenibilidad.
Se trata de cultivar plantas que, una vez desarrolladas en su máxima plenitud, se incorporan al suelo a través de la siega y la trituración. Como abono verde podemos utilizar una gran variedad de plantas, pero siempre es recomendable preguntar a otras personas que ya trabajen la tierra en la zona.
Podemos utilizar leguminosas, forrajeras, gramíneas o crucíferas. También, podemos dedicar algunos metros de nuestra huerta a experimentar con otro tipo de plantas y aportar nuestra experiencia. Debemos segar la planta en su máximo desarrollo cuando ya han extraído los nutrientes del suelo. Durante dos semanas, las dejaremos en el suelo para que se marchiten y, posteriormente, la incorporaremos.
Algunas de las virtudes del abono verde son el incremento de la fertilidad del suelo, la mejora de la estructura, la protección de la erosión y el incremento y la protección de la fauna útil.