Ambas son actividades destinadas a prestar ayuda económica a un evento, equipo o deportista, a la vez que se mejora la imagen de una persona física o jurídica. No obstante, existe una diferencia esencial entre estas dos modalidades, ¿quieres saber cuál es
El patrocinio deportivo es, básicamente, una estrategia de comunicación corporativa, es decir, una inversión rentable en la imagen de una empresa. Una persona física o jurídica invierte en el mundo deportivo para promocionarse a sí misma, encuadrando esta actividad en un plan de marketing con objetivos comerciales. El patrocinio deportivo es, esencialmente, una ayuda económica a un deportista, evento, equipo o asociación, que persigue un objetivo publicitario. En todo momento se espera rentabilizar la inversión, se trata, por lo tanto, de una actividad con fines lucrativos.
El mecenazgo, por su parte, consiste también en la prestación de protección o amparo económico al mundo del deporte, sin embargo, no persigue ningún interés comercial, es una actividad sin fines lucrativos. Pero no debemos confundirnos, se trata de una actividad altruista pero que también cuenta con incontables beneficios para la empresa que hace de mecenas. A pesar de no obtener ningún rendimiento económico a priori, el mecenazgo deportivo se fundamenta en la promoción de valores y la adquisición de reconocimiento, supone una mejora indudable en la imagen de la empresa que lo practica de cara a la sociedad y, consecuentemente, de cara a su target.
En resumen, los fines del patrocinio son comerciales, mientras que los fines del mecenazgo son altruistas. Aun así, a pesar de esta diferencia, ambas actividades están orientadas a mejorar la imagen de la empresa patrocinadora o mecenas en la sociedad y pueden englobarse dentro de una estrategia concreta de Responsabilidad Social Corporativa.