A la hora de adquirir una vivienda, es normal encontrar los términos obra gris, obra blanca u obra negra. Intentaremos aquí explicar en qué consiste cada uno.
Al realizar la construcción de una casa se pasa por diferentes fases. Estas son la obra negra, la obra gris y la obra blanca.
La primera fase de construcción de una casa coincide con la llamada “obra negra” u “obra en negro”. Ésta es una fase en la que se adapta nuestro terreno para la construcción de la vivienda que se va a llevar a cabo. Se realizan las acciones excavación y/o nivelación de terreno, delimitación del área de construcción o replanteo, cimentación, etcétera. En esta primera fase la vivienda se encuentra en su fase de “nacimiento” y no es habitable en este punto. Es un paso muy básico, pero necesario para que sea posible continuar con la construcción.
En la siguiente fotografía (cortesía de la empresa Modular Home), puede verse esta primera fase en una vivienda prefabricada de hormigón.
El siguiente paso de construcción es la llamada “obra gris” u “obra en gris”. En este punto la construcción avanza bastante: Se levantan los muros de cerramiento, y se instala la cubierta de la vivienda, incluido impermeabilización y teja en caso de ser cubierta inclinada. En este punto hemos definido el contorno de la vivienda pero no las “pieles” o acabados.
El último paso de nuestra construcción es la “obra blanca””. En esta etapa se instalan las envolventes térmicas y acústicas, las instalaciones de electricidad, fontanería, tabiquerías interiores, carpinterías interior y exterior, solados y revestimientos definiendo por completo el estilo de la casa. En la siguiente fotografía, también cortesía de Modular Home, vemos una casa terminada (e incluso amueblada).
La realidad es que si bien sigue habiendo una mayoría de personas que adquieren sus viviendas completamente terminadas, los nuevos métodos de construcción basados en prefabricados facilitan y mucho la adquisición en obra gris, con las ventajas de personalización y ahorro que supone.