No, también cuando están tristes o tienen miedo.
Normalmente, si vemos a un perro mover la cola pensamos que está alegre y feliz, que quiere que juguemos con él. Sin embargo, esta teoría ha sido desmentida por un grupo de científicos de la Universidad de Trento (Italia).
Este grupo de investigación realizó un experimento que se basaba en observar la reacción de distintos perros ante grabaciones de otros perros que movían la cola. Los resultados desvelaron que el balanceo de la cola en los canes es también señal de tristeza y miedo. ¿Cómo diferenciamos entonces cuándo nuestro perro mueve la cola porque está triste y cuándo lo hace porque está alegre?
Fijándonos en el lado hacia el que se inclina el movimiento: si lo hace hacia la derecha es señal de que la emoción de nuestro pequeño amigo es positiva, mientras que si la cola se inclina hacia la izquierda, la emoción es negativa.
En el estudio se comprobó que los perros incrementaban su ansiedad al ver a otro perro con la cola ligeramente inclinada hacia la izquierda, pues lo interpretaban como que el otro can se encontraba ante un peligro o amenaza. Cuando el perro del vídeo inclinaba la cola hacia la derecha ocurría el efecto contrario, el perro que lo observaba permanecía completamente relajado.
Esta pequeña diferencia en la oscilación de la cola es muy difícil de percibir para la vista humana, pero no para la canina: los perros la detectan con mucha facilidad, de forma inconsciente. Se trata de un tipo de comunicación no intencionada que deriva del funcionamiento asimétrico de su cerebro: la cola se inclina hacia el lado del hemisferio cerebral activo en el momento.
Imagen: Caitlin House.