La titularidad de un móvil de contrato puede ser una persona física o jurídica.
El contratante puede tener personalidad física o jurídica. El pagador del servicio puede ser una persona física a su nombre y bajo su responsabilidad; o una empresa o autónomo, en cuyo caso el contrato debe aportar el Código de Identificación Fiscal de la institución o profesional. Normalmente las compañías telefónicas ofrecen tarifas específicas para cada tipo de titular.
El cliente particular deberá aportar su documentación personal, y sus datos personales estarán protegidos bajo las leyes gubernamentales. Puede desistir de su contrato en un periodo inferior a 7 días posteriores a la firma del mismo (que puede ser por escrito o vía telefónica) y puede devolver el terminal móvil en un plazo de 15 días en el caso de presentara algún tipo de desperfecto.