México cuenta con seis inscripciones en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) considera que el patrimonio cultural de un país no se limita a los elementos tangibles; sino que el concepto de extiende mucho más, abarcando “tradiciones y expresiones vivas heredadas de los antepasados como: tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional”.
En 2003, cuando tuvo lugar la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, se creó Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en la que se incluye el patrimonio más relevante, y el que requiere de una protección especial. Esta lista está elaborada por un Comité Intergubernamental que se reúne cada año, y selecciona las candidaturas que proponen los Estados integrantes de la Convención de 2003.
La UNESCO, reconoció como patrimonio inmaterial de la humanidad en México:
- Los parachicos en la fiesta tradicional de enero de Chiapa de Corzo (Inscrito en 2010). Son los bailarines de una Fiesta tradicional en la localidad de Chiapa de Corzo.
- La ceremonia ritual de los Voladores (Inscrito en 2009). Es una danza étnica desarrollada especialmente en el Estado de Veracruz.
- Lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de Bernal, guardiana de un territorio sagrado (Inscrito en 2009). Los otomí-chichimecas se encuentran en el Estado de Querétano, y destacan por sus costumbres y tradiciones.
- La pirekua, canto tradicional de los p´urhépechas (Inscrito en 2010). Es un canto tradicional de los hombres y mujeres de Michoacán.
-La cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria, ancestral y viva. El paradigma de Michoacán (Inscrita en 2010).
-Las fiestas indígenas dedicadas a los muertos (Inscrito en 2008). Son unas fiestas de gran relevancia para los pueblos indígenas y ponen fin a la época de cultivo de maíz.