Los cascos son los que cubren y protegen la cabeza del piloto.
En este deporte, lo primordial es la seguridad del piloto. Cuando se creó este deporte en los años 50, los pilotos corrían con la cabeza descubierta. Con el paso de los años y de distintos acontecimientos, tales como accidentes, se empezó a trabajar por la seguridad del piloto, convirtiéndolo en un tema primordial y prioritario ante todo. Es cuando se empezó a usar el casco en las carreras, aunque no tenían nada que ver con lo que son ahora.
Cada temporada que pasa, son más sofisticados y más seguros. Si es por estética, sirven para distinguir a los pilotos; ya que los que están en la misma escudería llevan el mismo coche. En alguna ocasión, llegan a hacerlos con unos diseños extravagantes para después subastarlos para causas benéficas. Dependiendo del piloto, así es el casco. Los hay más llamativos, algunos cambian su diseño en cada Gran Premio y están los clásicos, que siempre llevan el mismo. Una de las tradiciones en este deporte, con respecto a los cascos, es en el Gran Premio de Mónaco; donde algunos llevan un diamante incluido en su casco.
Volviendo al tema de la seguridad, los cascos están hechos por fuera con 18 capas de fibra de carbono, consiguiendo una resistencia sorprendente. Por dentro, toman medida a los pilotos y con unos moldes en tres dimensiones lo rematan artesanalmente. El peso medio de este objeto es de un kilo y medio.
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