La torre del río es uno de los monumentos más representativas de Lisboa.
Construido entre 1515 y 1519, es una obra manuelina muy destacada. Realizada bajo el mandato del rey Manuel I, se encuentra cerca del convento de los Jerónimos, en el Barrio de Belém. Antes de entrar en ella, hay que tener en cuenta que antiguamente se levantó sobre el río Tajo. Hoy está más unida a la orilla debido al urbanismo de la zona, pero originalmente la torre destacaba sobre el agua con mayor claridad con la que lo hace hoy. Sus funciones eran las de vigilar el acceso a Lisboa desde el mar y a su vez, cobrar impuestos por ese acceso cuando fuera necesario. El edificio está formado por un baluarte y la torre hexagonal. En el baluarte aún se contemplan los cañones que apuntan al río y las habitaciones habilitadas como celdas. En sus esquinas contemplamos 6 garitas cilíndricas con cierta influencia árabe.
La decoración manuelina con sogas, esferas y escudos es constante. La torre incluye, además, una galería en el primer piso y ventanales de estilo veneciano que se abren al Tajo para ofrecer interesantes vistas. Se puede subir a la terraza; aunque en días con gran afluencia de visitantes, el ascenso por la estrecha escalera puede llegar a ser muy trabajoso. Como no podía ser de otra manera, la torre del siglo XVI es Patrimonio de la Humanidad, y merece la visita que se puede planificar junto a la del Convento de los Jerónimos; aunque eso requiera llegar al barrio de Belém con tiempo por delante para no andar con prisas. Y quizás, sería conveniente evitar los días de mayor afluencia de visitantes.