¿Cómo te diferencias de la competencia?
Si quieres sobresalir, sea el campo que sea, deberás ocuparte para diferenciarte, mostrar cualidades y valores que te destaquen sobre el resto, que te den visibilidad e impacto. La mejor manera de lograr de forma consistente la diferenciación, es a través de la proposición de valor.
La proposición de valor es un enunciado, una frase, un concepto, una palabra, una imagen, y una identidad, fuerte y poderosa, que nace de tu esencia, de lo que eres, de las soluciones que ofreces, del producto o servicio que eres capaz de fabricar y distribuir, algo que haces excepcionalmente bien y útil a otras personas, para satisfacer su demanda.
Los negocios y nuevos emprendimientos, también se originan en una proposición de valor, que les da sustento y credibilidad, para poder convertir las ideas en realidades, los productos en soluciones, la oferta canalizarla en demanda y poder satisfacer las necesidades. El negocio no podría sobrevivir sin una proposición de valor que le permita dar sentido a lo que se hace, mostrar todo el potencial de soluciones que se ofertan y llegar con un mensaje claro y contundente a los consumidores.
Piensa en proposición de valor en todo lo que haces y verás el impacto que logras. Porque lo que haces se realiza por alguna razón poderosa, que es necesario dar a conocer de manera simple y en forma comparativa con el entorno cercano, para que se pueda elegir la mejor opción.
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