En nuestra huerta encontraremos las denominadas “malas hierbas”, pero ¿son realmente perjudiciales? o ¿son más sus beneficios? La ortiga está considerada una mala hierba, y crece en nuestra huerta.
Tradicionalmente se han eliminado y desperdiciado, pero son aprovechables y muy beneficiosas y, en última instancia, podemos compostarla.
Pertenece a la familia de las urticáceas, y también es conocida por la “Hierba de los Ciegos”; es una de las plantas que más utilidades medicinales tiene. Por ejemplo, es una planta hemostática por su carácter vasoconstrictor.
Es muy beneficiosa para las hemorragias y la dismenorrea. También estimula el aparato digestivo, gracias a la histamina que contienen sus pelillos urticantes. Es astringente, y combate la ictericia, ayudando a la recuperación del hígado en caso de enfermedad hepática. La clorofila que contiene es muy beneficiosa para el sistema circulatorio, es diurética y depurativa, y mejora la producción de leche materna, si tomamos un zumo antes de dar el pecho.
Mejora el reuma y es un gran reconstituyente. Además de sus virtudes medicinales, se puede cocinar y tiene un sabor similar al de las acelgas, bien en tortilla o en sopas con otras verduras. Por tanto, cuando encontremos ortigas en nuestra huerta, lejos de desecharlas, debemos conservarlas, ya que es una mala hierba llena de bondades.