Se dio este nombre a una serie de cementerios del Viejo Oeste.
El cementerio llamado Boots Hill, se dedicaba a dar sepultura a aquellos que murieron “con las botas puestas”, sencillamente de una forma violenta.
Se dedicaba este espacio para los forajidos, maleantes, incluso para aquellos que se encontraban en una ciudad extraña y no tenían dinero para la sepultura.
Uno de los más famosos cementerios de este tipo, es el de Tombstone. Una ciudad del Viejo Oeste que fue famosa por sus minas de plata.
El auge de la ciudad por la aparición de las minas, dio lugar también a todo tipo de establecimientos para el disfrute y la diversión de sus habitantes. Llegó a tener 110 lugares donde se servían licores, para una población total de 12.000 habitantes.
Esto también hizo que Tombstone se llenara de forajidos y buscavidas que acabaron llenando el cementerio más concurrido del Viejo Oeste.
Después de sus casi veinte años de apogeo minero, la ciudad se convirtió en una atracción turística, no solo por sus construcciones restauradas, sino por su cementerio.
Se estima que la Colina de las Botas de Tombstone alberga más bandidos por metro cuadrado del Oeste.
Los personajes más famosos del lugar son: Bill Clanton, Frank Mclaury y Tom Mclaury, los hombres muertos durante el tiroteo de O.K Corral.
Otro cementerio de este calibre, se encontraba en la ciudad de Deadwood, dónde ocurrió algo parecido a la ciudad anterior. Se fundo por el boom del oro en sus colinas y acabó teniendo una media de un asesinato al día.
Información obtenida de “Breve historia de Salvaje Oeste; Pistoleros y Forajidos”, editorial Nowtilus.