El único libro que habla de la visita de personas sabias y adineradas es el evangelio de Mateo. Parece que el escritor no quiere dejar lagunas en su información a los judíos.
Es por esto que ratifica la presencia en el reinado de Israel al rey Herodes como enmarcando una época o fecha en que los magos se encontraron con Jesús. No tenemos una información muy fidedigna de quienes eran y cuantos formaban el grupo. Aunque la tradición habla de evangelios apócrifos detallando que solo eran tres, conocidos como Gaspar, Melchor y Baltasar. No obstante nosotros sabemos que eran sabios estudiosos del firmamento y que creían que una estrella señalaría el lugar donde nacería el niño Jesús.
Particularmente creo que la estrella se mostró varios días antes del nacimiento para que coincidiera con el mismo. No le fue difícil a estos tres sabios descubrir la señal de una nueva estrella en el firmamento, pues de seguro eran estudiosos de las sagradas escrituras. No sabemos con exactitud de que país del oriente provenían y tan poco podemos calcular cuánto demoraría su viaje hasta la ciudad de Belén.
Por fin llegaron a la ciudad de Jerusalén para entrevistarse con el rey Herodes y conocer en el palacio al niño que ellos buscaban. Pero Herodes junto con la ciudad se turbó y mandó a buscar a los sacerdotes y a los escribas para que le informara sobre el mesías prometido preguntando: “¿En qué lugar debía de nacer el niño?” (Lucas 2:5). Ellos inmediatamente le comunicaron lo que estaba profetizado: “En Belén de Judea”.
El rey Herodes se llenó de temor por la llegada del mesías, quien era el verdadero aspirante al trono de David; puesto que él sabía que estaba usurpando una corona. Inmediatamente llamó a los sabios en privado pidiéndoles a los magos que continuaran en la búsqueda y que a su regreso se lo hicieran saber para que también pudiera adorarle.
Unas horas después estaban los magos adorando al niño Jesús, identificándose con él y entregándole los donativos que habían separado para él: oro, incienso y mirra. Fue necesario que Dios enviara un ángel para hablarle en sueño que no regresara a palacio, pues Herodes estaba en asecho para quitarle la vida al hijo de Dios. Al saber Herodes que los magos se fueron por otro camino, lleno de rabia y en su desesperación mandó a sus hombres a decapitar a todos los niños de Belén menores de dos años. Esto es lo que conocemos como la matanza de los inocentes y es conocido de forma tradicional como el día de los inocentes.
Quiero dejar con ustedes los símbolos de los principales donativos dados por los magos al niño Jesús. El oro además de riqueza, simboliza pureza. El incienso, simboliza la alabanza que se les brinda a los dioses y mirra simboliza su muerte. De estos tres elementos participó Jesús en la tierra.
