San Valentín puede ser la fecha perfecta para planear algo especial.
El 14 de febrero, el Día de San Valentín, se plantea para muchas parejas enamoradas como una ocasión especial en la que aprovechar para hacer alguna escapada de fin de semana o para obsequiar a la otra persona con algún detalle. Y ese regalo no tiene que ser comprado, puesto que existen ideas muy originales que sólo requieren un poco de tiempo.
Entre ellas, se proponen algunas más laboriosas como forrar una caja con regalices de color rojo (o un marco en el que colocar una fotografía especial) o sacar el lado repostero que todos tenemos dentro para hacer un tiramisú de frambuesas con chocolate decorado con motivos románticos, unos creps de chocolate y plátano (pudiendo elaborar el relleno con fresas y nata), unos brownies de chocolate para endulzar la velada o un bizcocho en su variedad “tricolor” o de la “abuela” con forma de corazón.
Y en caso de decidir hacer algún viaje, algunos destinos perfectos serían por ejemplo, la ciudad de Venecia y sus góndolas, una visita turística por Nueva York y sus rascacielos, desayunar a lo grande en un bar típico de Londres o pasar unos días recluido en un iglú.