La tecnología permite hoy día la Gestión Inteligente de activos de todo tipo (documentos, mobiliario, etc.) mediante el uso de etiquetas digitales o tags.

La Gestión Inteligente de Activos (o GIA para abreviar) consiste en llevar a cabo el control y seguimiento físico de cualquier tipo de activo que tenga una organización. En otras palabras, se busca que, de forma automática, sepamos exactamente qué activos de la organización se encuentran en qué lugar en cada momento.

Son varios los objetivos de esta Gestión Inteligente de Activos, si bien el ahorro de tiempo en el control de inventarios y evitar la sustracción de los mismos son dos de los más destacados.

El sistema se basa en tres elementos principales:

  • Tags o etiquetas que van insertadas en el activo y que lo identifican de manera única. Estas etiquetas pueden ir pegadas o encapsuladas en el activo en sí. También contienen una antena que, dependiendo de su tamaño, permite su detección a mayor o menor distancia.

  • Lectores/grabadores que son capaces de leer y grabar las etiquetas.
  • Un software para gestionar toda la información. Este software ha de estar incluido tanto en el ordenador de control como en la PDA que se utilice como lector/grabador.

Destacar que los lectores/grabadores no han de tener visión directa con las etiquetas para poder realizar esa función de lectura. Esta característica hace que sea mucho más eficaz que los lectores de códigos de barra, ya que pueden detectar intentos de extracción de activos, contar de manera mucho más eficaz, etcétera.

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