La velocidad de obturación es el parámetro en fotografía que te permitirá captar una estela de movimiento o congelar dicho movimiento. En este manual te lo explicamos.

En fotografía tenemos tres elementos para controlar la exposición a la luz de la película o, en el caso de las cámaras digitales, el sensor: la apertura del diafragma, la sensibilidad ISO y la velocidad de obturación. Cada uno de estos elementos, además de dejar pasar más o menos luz, producen unos efectos diferentes. En el caso que nos ocupa, la velocidad de obturación, en función de la que seleccionemos, podremos congelar un movimiento o captar su estela.

 

Pero empecemos por explicar qué es la velocidad de obturación. Ésta no es más que el tiempo que permanece abierto el obturador de nuestra cámara, una especie de cortina que se abre para dejar pasar la luz a la película o al sensor, y se cierra para cortar el paso de la luz. De esta forma, la velocidad de obturación determina qué cantidad de luz dejamos pasar y nos permite conseguir una correcta exposición. La velocidad de obturación se expresa en forma de fracción: 1/400, 1/160, 1/30... que representa esa misma fracción referida a un segundo. Asimismo, algunas cámaras nos permiten seleccionar velocidades más lentas, de hasta 10 segundos.

Y como os hemos avanzado, la velocidad de obturación es determinante para un elemento compositivo y narrativo muy importante en fotografía: el movimiento. A velocidades rápidas, como a 1/1000 o a 1/400, conseguiremos congelar el movimiento en nuestras fotografías, cuanto más rápida sea la velocidad de obturación, más nítida será la imagen final. Las velocidades rápidas se utilizan sobre todo en fotografía deportiva.

Por su parte, a velocidades lentas, como a 1/30 o a 1/6, captaremos la estela del movimiento, una mancha que marcará el recorrido del cuerpo que se está moviendo. Cuanto más lenta sea la velocidad, menos perceptible será el objeto en cuestión, que se transformará en una mancha de color o de luz. Una velocidad lenta nos da una infinita capacidad creativa: podremos "hacer dibujos" con luz, captar el movimiento del agua...

Ahora que ya conoces la teoría, ¡llévala a la práctica! Fotografía un movimiento más o menos continuo: una fuente, un grifo, las luces de los coches... Y prueba a disparar con diferentes velocidades de obturación, ¡ya verás los resultados!

 

Imágenes: Jer Kunzlanx1983Zach Dischner.

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