A partir de una idea inicial, el proceso de producción se compone de 3 fases: pre – producción, producción y post – producción.
La pre – producción: se puede decir que es la fase más importantes del proceso, ya que si ésta no se hace bien, las otras dos no se podrán llevar a término. Durante esta etapa, se necesita un documento que defina el proyecto, se estudia la viabilidad económica y logística del mismo y se elabora un presupuesto aproximado. Una vez aprobado todo esto, se busca la financiación y el personal creativo y técnico necesario para desarrollar la idea. Así también como las localizaciones, los permisos, seguros… Todo debe quedar planificado por escrito. El productor debe asegurarse que todo funciona correctamente.
La producción: en esta fase todos los elementos preparados en la pre- producción se coordinan para realizar el producto final. Si la obra es en directo, será la última fase del proyecto, si es en diferido aún quedará la parte de la post - producción. Durante la producción todo debe seguir un orden lógico y lo más planificado posible para que no aumenten los costes de la obra.
Es la fase de rodaje o grabación. En este periodo, el equipo de producción se encarga de controlar el plan de grabación y que todo vaya según lo previsto. También se preparan para la última fase.
Post – producción: supone la última fase del proceso en la que hay que asegurar el producto final. Hay que tener en cuenta si la obra necesita montaje, y sonorización. Además, se presenta el producto al cliente, se hace el balance de producción, la entrega de copias para el registro de la obra, los permisos de explotación, el cierre de pagos y una evaluación global de todo el recorrido (si se han alcanzados los objetivos, si se han cumplido los plazos, los costes, las exigencias de calidad).