Escuchadicto es un "palabro" con el que nuestro colaborador-coacher quiere hacernos reflexionar sobre la necesidad de escuchar y nos muestra los puntos clave para una escucha real.
Cuantas veces le he estado dando vueltas a otras historias mientras me hablan. ¡Pues apaga y vámonos!, si lo que pretendo es enterarme de lo que me están contando.
He descubierto como decía William George Ward que “saber escuchar es el mejor remedio contra la laringitis”. Y yo, que soy propenso a ella, eso de escuchar, me sirve como una estupenda campaña de prevención.
Últimamente cada vez que me siento con alguien a charlar, casi siempre en la medida de lo posible acompañado de un café, me pongo en marcha en este maravilloso arte de “saber escuchar”. Conversación tras conversación me he dado cuenta que para llegar a comprender y acercarme a los demás no basta simplemente con oír lo que me dicen.
Me callo… no digo ni “mu”…me aplico, como en las películas, lo de ¡silencio, se rueda! y además desenchufo mi “voz en off”. Pues no he pensado veces mientras me estaban hablando: “bueno, si esto también me pasó a mí”, “le voy a contar lo que yo hice con... ”, “cuando acabe le voy a decir”…
Miro a los ojos, sobre todo para que la persona que tengo delante se sienta escuchada. Precisamente por eso, he abandonado una frase que repetía a menudo y que ni yo mismo me creía; “te estoy escuchando, aunque no te mire”.
Respeto, no juzgo lo que me están contando porque más de una vez he pensado “claro, si es que te lo dije”, “a ver cuándo espabilas; o el típico ”pues no es para tanto, si es que te ahogas en un bajo de agua”…
Y me aseguro que he comprendido lo que me han contado. Y es que yo, no sé vosotros, vengo con defecto de fábrica y en más de una ocasión de lo que me han dicho a lo que he interpretado hay un abismo. Por eso, antes de precipitarme al vacío prefiero comprobar, con una simple pregunta, que lo que he entendido ha sido lo que tú me has querido decir.
Ángel Palomo. Coach Ejecutivo
Eva Gasques. Coordinadora Escuela Cetren Formación
