Tanto para andar, correr o practicar un deporte es necesario hacer un calentamiento previo a la actividad a realizar. En la danza ocurre lo mismo.
Siempre que vayamos a comenzar una clase o antes de una actuación, será importante hacer un calentamiento adecuado ya que, de esta manera, prepararemos el cuerpo y la mente para la actividad que vayamos a realizar.
Con el calentamiento reduciremos los riesgos de lesiones y mejorará la calidad del bailarín en las actuaciones, ya que desde el primer momento el cuerpo estará en alerta y en buenas condiciones físicas para resistir los extensos períodos de una actuación.
El profesor debe impartir el calentamiento a los niños y procurar que ellos aprendan a hacer un buen calentamiento, siguiendo un orden y con movimientos específicos para cada sesión, ya que, de esta manera, cuando sean un poco más mayores podrán hacer solos su propio calentamiento.